
«Mi objetivo es ayudar a cada alumna a florecer, alcanzar su máximo potencial y ser feliz, disfrutando del aprendizaje y de sus logros».
Profesora de Educación Básica con mención en inglés de la Universidad de Los Andes, María Francisca Costa Arteaga (37) cuenta con una importante trayectoria académica como ex directora del colegio Pioneros en Chicureo, coordinadora académica de sus dos sedes, coordinadora académica en el Colegio Huelén y, desde marzo, es la nueva Subdirectora Académica de nuestro colegio. Como hija de ex alumna y mamá de tres alumnas ursulinas, tiene un vínculo antiguo y profundo con la comunidad ursulina.
-¿Qué es lo que más te entusiasma al integrarte al equipo directivo de nuestro colegio?
«Me entusiasma formar parte de una comunidad educativa con 85 años de historia, una comunidad a la que pertenecen mi mamá y mis hijas. Este vínculo personal me llena de orgullo y compromiso. Me motiva profundamente la oportunidad de influir de manera directa en la educación y formación de nuestras niñitas, teniendo en cuenta no solo sus talentos, sino también sus áreas de mejora personal. Mi objetivo es contribuir a que cada una de ellas se convierta en la mejor versión de sí misma, para que, a su vez, pueda generar un impacto positivo en el mundo que la rodea».
-¿Qué sello propio quiere aporte a su tarea en el colegio?
«Según destacan quienes han trabajado conmigo, mi sello es la combinación de ternura y firmeza. Soy una persona cercana, humana, sensible y cariñosa, pero también valoro profundamente el trabajo bien hecho. Desde este enfoque, aportaré un ambiente donde se fomenten relaciones cercanas y de confianza, tanto con las alumnas como con los demás miembros de la comunidad educativa.
Además, soy de esas personas que, cuando identifica oportunidades de mejora, trabaja de manera proactiva para que se materialicen, impulsando siempre la mejora continua en los procesos académicos y personales. Mi compromiso será contribuir al desarrollo de un entorno educativo en el que cada alumna se sienta acompañada y motivada a alcanzar su máximo potencial».
-¿Qué es lo que más le apasiona de enseñar y formar alumnas?
«Me apasiona poderme vincular con cada alumna, ayudándola a conocerse mejor y a desarrollar una buena imagen de sí misma. Me motiva mucho acompañar el proceso de ganar seguridad y confianza, mostrando que cada acción tiene un propósito y que el error forma parte fundamental del proceso de aprendizaje. Creo firmemente que el crecimiento personal y académico van de la mano, y mi objetivo es ayudar a cada alumna a florecer, alcanzar su máximo potencial y ser feliz, disfrutando del aprendizaje y de sus logros».
-¿Cuál cree que es la clave para que el proceso académico sea íntegro y óptimo?
«Creo que esa clave radica en un enfoque equilibrado que combine exigencia con cariño y apoyo. Es fundamental proporcionar a las alumnas los recursos y la orientación necesarios, mientras se les exige responsabilidad y compromiso con su propio proceso de aprendizaje. Además, el trabajo colaborativo entre alumnas, profesores y familias es esencial para alcanzar la excelencia».
-¿Qué valores del sello ursulino son los que más la identifican?
«Me identifico plenamente con los valores del sello ursulino, especialmente con el de «ser feliz con lo esencial» y «buscar la excelencia».