Nuestro colegio lleva más de 80 años dedicado a formar mujeres católicas, comprometidas con la sociedad y sensibles a las necesidades de los demás.

Buscamos formar mujeres capaces de salir al encuentro del otro, enfrentando con optimismo las dificultades y desafíos que se les presentan, gracias a una sólida formación intelectual, humana y espiritual, que tiene como fin último la búsqueda y encuentro personal con Cristo.

Con espíritu sencillo, alegres, honestas y optimistas. Mujeres austeras y capaces de vivir con lo esencial, que con la mirada puesta en Cristo, serán mujeres con talento que aporten valor a la sociedad en que viven.

Buscamos entregar a nuestras alumnas una sólida formación en la fe, no solo por la enseñanza de la doctrina, sino que acompañada por una continua e intencionada promoción de la vida sacramental, la acción pastoral, la celebración litúrgica y la acción social; hacer vida lo que se recibe y adhiere por la razón y la fe, otorgando todos los medios posibles para que cada una de nuestras alumnas pueda lograr un encuentro personal con Cristo.

La Eucaristía diaria celebrada en la capilla, la confesión frecuente, la adoración al santísimo, la oración personal y los retiros espirituales, son espacios que el colegio abre a sus alumnas en este proceso individual de encuentro con Dios.

Preparamos a nuestras alumnas para los sacramentos de la Confesión, la Primera Comunión y la Confirmación, siempre en colaboración con sus padres. En 8º básico se realiza la Promesa de Fe, una invitación a reafirmar su compromiso con Cristo como un proceso previo a su Confirmación.

Experiencias como las misiones de las alumnas de enseñanza media son instancias únicas de profundización en la fe, donde pueden vivir el encuentro con el Señor a través de la oración y la entrega a otros, compartiendo la fe en Cristo y el amor que Él nos ha dado.