Nuestra casa es nuestro Templo
¿Cómo participar de esta Semana sin ir a la Iglesia? Es un gran desafío que nos vuelca a una verdad fundamental de nuestra fe. Dios está aquí, con nosotros, en nuestros corazones, en nuestra casa.
En estos días de preparación, transformemos nuestro hogar en el Templo de Dios, porque como dice el evangelio: “Donde hay dos o más reunidos en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20)
¿Cómo es nuestro propio Templo? ¿Cómo podemos alabar y encontrar a Dios? “María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, ungió los pies de Jesús y se lo enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.” (Jn 12, 1-11). Nuestras virtudes y nuestro amor son la mejor fragancia para Dios y dejan nuestra casa llena del mejor de los perfumes. ¿Qué aporta cada uno? (Aquí pueden conversar destacando las cualidades de cada uno).
Oración Final:
Gracias Señor porque sabemos que así como tú estás presente en las iglesias, también estás aquí en nuestra casa, donde escuchas nuestras oraciones, podemos conversar contigo y reconocer que nos amas. Te pedimos especialmente por todo lo que nos preocupa y por las intenciones que tenemos en nuestro corazón (Cada uno puede decir en voz alta una petición a la que se responde: “Escúchanos, Señor, te rogamos”
Rezamos juntos a María. Dios te salve María…