Como ya es tradición en nuestro Colegio, nuestras niñitas de Prebásica celebraron la tan esperada Laternenfest. Cantando alegres canciones e iluminando con sus farolitos de colores, siguieron un camino de luces blancas, hasta llegar a encontrarse con sus familias que las esperaban con gran emoción.
Muchas generaciones de Ursulinas han disfrutado de esta preciosa tradición, que recuerda a San Martín de Tours, un soldado que nació en Hungría, en el año 316. Una fría y nevada noche de invierno, San Martin cabalgaba cuando vio a un mendigo con poca ropa que tiritaba de frío. Entonces sacó su espada y cortó la capa de su uniforme militar, entregándola la mitad y evitando así que ninguno de los dos muriera de hipotermia.
Esto lo marcó tanto que a los 18 años se retiró de la vida militar y se hizo bautizar para servir a Dios, convirtiéndose en un “soldado de Jesús”.Estudió las santas escrituras con mucho entusiasmo y fue ordenado sacerdote. Fundó una comunidad religiosa y más tarde fue nombrado Obispo de Tours, pero él no quiso asumir ese rango, pues prefería la austeridad para seguir ayudando de forma anónima a los más necesitados, es por eso, que una oscura noche, se escapó y se escondió.
Todo el pueblo salió a buscarlo, iluminando el camino con faroles o “Laternen”. Luego de mucho rato, se escuchó un gran revuelo desde una cueva, unos graznidos de ganso lo delataron, Martín se había escondido entre las aves. Al ver el cariño de su pueblo, decidió aceptar el cargo de Obispo de Tours, pero siguió llevando una vida simple y austera, siendo generoso con todo aquel que lo necesitara.
Es por eso que cada año, iluminadas por nuestros farolitos, salimos a buscar al buen Martín de Tours, para luego terminar con un banquete preparado con mucho cariño por los papás y mamás de nuestras niñitas de Prebásica.
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