El 25 de noviembre de 1535 en Brescia, Italia, nace la Compañía Santa Úrsula fundada por Santa Ángela Merici. Con esta obra se abre para las mujeres de su tiempo un camino nuevo dentro de la Iglesia y la sociedad: la consagración virginal a Dios en el mundo.

Años después, por las necesidades de los tiempos y de la Iglesia, las ursulinas se convirtieron en orden religiosa, la primera en dedicarse a la enseñanza de las mujeres.

A fines de los siglos XVI y XVII las comunidades ursulinas ya estaban instaladas en las grandes ciudades de Francia, Italia, Alemania y los países Bajos, y posteriormente en Canadá, Estados Unidos y variadas ciudades del mundo, incluyendo países de América Latina.

De este modo, un monasterio de las religiosas ursulinas se instaló en Berlín en 1854, donde se preocuparon de la educación y la formación femenina.

La llegada de las Religiosas a Chile se produce luego de la ascensión al poder del nacional socialismo que les impiden seguir impartiendo educación católica. Ante esta situación, los obispos les recomendaron dejar Alemania y en noviembre de 1938 llegaron a Chile las primeras cuatro ursulinas, de un total de 21 religiosas que lo hicieron posteriormente hasta marzo de 1940. Algunas de ellas venían sólo un tiempo, pero la situación en Alemania se agravó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y decidieron quedarse en Chile.

A pocos meses de su llegada formaron un kindergarten que fue creciendo hasta que en 1952 se instaló en Vitacura como el Colegio Santa Úrsula.

Desde el año 2016 nuestras madres ursulinas dejaron de pertenecer a la Federación de Monasterios autónomos de habla alemana y se integraron a la Congregación de las Ursulinas de la Unión Romana. Este cambio les ha permitido ser parte de una unión mayor, fortaleciendo y proyectando la Comunidad de Santiago a una congregación internacional.

La Unión Romana de la Orden de Santa Úrsula es de larga data, pues nació en 1900 como respuesta a la invitación del Papa León XIII quien llamó a todas las comunidades Ursulinas a unirse en una sola gran institución y a  la necesidad de unificar y apoyarse entre conventos, . En un principio, fueron 62 monasterios autónomos que se unieron a esta invitación del Papa, hoy las Ursulinas de la Unión Romana ya están presentes en los 5 continentes en más de 37 países.

Esta instancia internacional significa para nuestras Madres, entre otras cosas, un gran apoyo y colaboración entre las comunidades y colegios Ursulinos.