Francisca Fonck: Una ursulina de corazón que asume la Dirección de nuestro colegio

Ex alumna, profesora de Lenguaje y máster en Educación, Francisca Fonck quiere aportar su experiencia en diferentes espacios educacionales.

«Se me ocurrieron miles de cosas», dice Francisca Fonck, del momento en que recibió la propuesta de asumir la Dirección de nuestro Colegio. «Pero lo más fuerte que pensé fue: ¡qué regalo más grande esta invitación a continuar el legado de Santa Ángela, que tanto me ha acompañado en mi vida!», agrega la ex alumna, profesora y máster en Educación, quien ha desarrollado una importante experiencia en diferentes ámbitos de la educación y el 1 de abril asumió la Dirección de nuestro colegio.

Después de esa primera emoción, cuenta que junto a su marido y dos hijos se sentaron a pensar en «cosas prácticas para ver cómo íbamos a vivir este desafío de seguir consolidando el desarrollo de nuestro proyecto educativo y las metas que se han propuesto».

«Me siento extremadamente orgullosa y todavía hay días en que me impresiono de lo que estoy viviendo, para mí es realmente lo más importante que me ha tocado hacer como educadora» afirma.

¿Cuál ha definido como su principal desafío, como Directora?
El desafío “interno” es preservar nuestro sello e identidad, adaptándonos a las realidades del mundo de hoy, que vendría a ser el desafío “externo”, con todos sus avances, pero también con sus particularidades y problemáticas propias.

¿Qué expectativas tiene para la Comunidad Ursulina y para usted?
Comparto la expectativa que todos tenemos: que nuestro Colegio siga siendo el referente que es en la formación de mujeres católicas muy sólidas, seguras, completas y, sobre todo, que se sienten invitadas a hacer mejor su lugar en el mundo, desde el servicio a los demás.

En su vida, ¿qué ha significado ser ursulina?
Todo, desde el momento en que sientes, piensas y actúas como una Ursulina, y no como una persona QUE FUE ALUMNA de las Ursulinas. Siento con fuerza esta pertenencia a una comunidad extendida por 84 años en Chile y por varios siglos en todo el mundo.

Es también una manera de enfocar el trabajo,  de hacerse responsable, de ver las cosas, de relacionarse con las personas, los desafíos y los proyectos.

¿Cuál es el sello de una Ursulina?, ¿qué la hace diferente?
Las Ursulinas somos mujeres sencillas, que no nos rendimos fácilmente a los espejismos de las tendencias y vamos a la esencia de las cosas, porque tenemos una raíz formativa muy fuerte, que es reconocida. Somos, además, integrales y muy completas.  Cada Ursulina tiene en el colegio un lugar para encontrarse con Dios y con sus propios talentos, desarrollando fuertemente ambas cosas.

Como Directora, ¿qué legado le gustaría dejar?
Uno muy positivo: marcado por la alegría, la esperanza y el amor de Dios, todos aspectos que son tan necesarios en la realidad actual. Los detalles y el cómo, ya se irán mostrando solos por el camino.