Durante los días previos a la Semana Santa, vivimos como Comunidad Ursulina varios momentos de encuentro y espiritualidad que culminaron con las Misiones Familiares en las que participaron familias del Colegio y un grupo de alumnas de enseñanza media.
Una presentación de la Última Cena y Domingo de Ramos en la Prebásica, Talleres de rosarios, Vía Crucis, entre otros, fueron parte de las actividades que tuvieron las niñitas como preparación para la Semanas Santa. Tal como lo explicó Rosario Correa, Coordinadora de Pastoral, con el equipo de Pastoral dirigieron las diferentes actividades que se llevaron a cabo en el Colegio para todas las edades y algunas simultáneamente. Todas estas iniciativas tenían como objetivo principal que cada alumna, profesor, administrativo y auxiliar que participara, tuviese un encuentro con Dios. Sin duda, la actividad que logró con creces ese objetivo de encuentro en la oración fue el Vía Crucis, tanto el de las niñitas más chicas como el de las grandes. “Creo que ayudó que las alumnas prepararan desde antes las estaciones, el coro que interpretó canciones muy ligadas al sentido de cada estación y por último las velas que cada alumna pudo poner por sus intenciones en el altar de la Iglesia terminando con la invitación: Queridas alumnas, iluminen al mundo: su colegio, sus familias, su país”, explica Rosario.
Tras vivir su primera Semana Santa en las Ursulinas, la coordinadora señala que, “me siento afortunada y orgullosa por haber llegado a trabajar a este colegio: pude comprobar más todavía la solidez de nuestras alumnas, mujeres abiertas a aprender, a escuchar, mujeres amables, respetuosas. Son y serán un gran aporte para nuestra sociedad”.
Como nuevos Encargados de la Pastoral Familiar, Magdalena Kaltwasser y Francisco Hasenberg participaron también por primera vez en las Misiones Familiares. “Varias veces habíamos pensado inscribirnos, pero no nos animábamos, pensábamos que con guagua iba a ser complicado” explica Magdalena, quien destaca que tantas familias ofrezcan su Semana Santa para misionar, todos juntos y con tanta alegría.
Y es que fueron 93 miembros de la Comunidad Ursulina quienes llegaron hasta la localidad de Santa María, entre los que se encontraban un grupo de alumnas de enseñanza media. “A nosotros, como papás de 5 niños chicos, nos encantó ver en lo que se convierten las ursulinas al crecer. Las niñitas más grandes nos impresionaron por su actitud, madurez, alegría y generosidad. Nos dio mucha esperanza en el futuro”, cuenta Magdalena.
¿En qué consistían las Misiones? En las mañanas salían a misionar haciendo puerta a puerta. Cuando los hacían pasar, rezaban con la familia, bendecían su casa y los invitaban a las actividades de Semana Santa. El Viernes Santo hicieron un Via Crucis junto con la Comunidad de allá y terminamos con la Adoración de la Cruz. El sábado en la tarde recibieron a niños y adultos, a los que les ofrecimos distintas actividades: catequesis, un taller de Rosario y Lectio Divina. Y terminaron con una convivencia para todos, en la que les ofrecieron un rico té donde compartieron con ellos, siempre acompañados por la guitarra y canciones de las niñitas más grandes.
“Nos encantó ver a las familias del Colegio en este contexto. Cómo nos unen los mismos objetivos: la educación de nuestros hijos, la oración, la vida espiritual, la preocupación por los otros y el amor por el Colegio. Las misiones fueron una excelente oportunidad para “hacer comunidad”, cuentan Francisco y Magdalena.
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