En el Día de San José, tan significativo para nuestro colegio, se realizó una misa en la capilla, en la cual se le encomendó que nos cuide y nos dé la paz que necesitamos en medio de lo incierto. Luego de la misa, el padre Mariano bendijo a todo el colegio desde el patio de la capilla, además de unas imágenes de San José, las que posteriormente fueron entregadas a cada profesora jefe del colegio para ponerlas en los altares de sus cursos, para que nos cuide y nos haga valientes en la defensa de la fe.
Este año 2021, el Santo Padre Papa Francisco, consagró el año a San José. Con la Carta apostólica Patris Corde (Con corazón de padre), el Pontífice recuerda el 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir de hoy y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a él. “Todos pueden encontrar en San José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad”, escribió el Papa en la carta apostólica Patris Corde. El carpintero de Nazaret –explica el Papa- sabía transformar un problema en una oportunidad, anteponiendo siempre la confianza en la Providencia.
Las Ursulinas por tradición han encomendado a sus colegios a la protección de este gran santo. “Como hermanas ursulinas, para nosotras y para todos los conventos ursulinos del mundo, encontramos en este santo un apoyo. A nosotras nos protege y guía. Como Comunidad femenina, encontramos en él, un protector que nos ayuda, es un gran santo tanto para la vida espiritual como para la vida cotidiana” nos dice nuestra Superiora de Comunidad Ursulina de Santiago, Sor Mateja Korcic (O.S.U.)
Gran protector desde los inicios
Hace 82 años, en la semana en que se celebraba la fiesta de San José, nuestro Colegio abría sus puertas por primera vez, en 1939. Las ursulinas siempre han sido devotas de San José y le rezaban la novena cada vez que necesitaban ayuda de cualquier índole.
En los primeros años en Chile, las madres tuvieron un gran problema económico y no tenían dinero para pagar una cuenta grande. La Madre Superiora, María Theis, preocupada le contó a schwester Notburga el problema y ella le preguntó:
– Madre superiora, ¿cuánto necesita?
– La madre le contestó la cantidad y ella se fue en silencio.
A los dos días la madre superiora recibió como regalo de una persona la cifra exacta que necesitaban, ni un peso más, ni un peso menos y también unos sacos de legumbres.
La madre sorprendida fue donde schwester Notburga y le preguntó si ella había hecho algo, porque era la única que sabía el problema. Ella le dijo que solo le había rezado a San José…
Desde siempre hemos tenido a San José entre nosotros. Ya es tradición en nuestro colegio, celebrar esta fecha 19 de marzo y bendecir lugares especiales del colegio. Entre ellos, el teatro en 1994; el gimnasio en 1998; la campana en el 2000 y la cancha en el 2002. Continuando con esta tradición, hoy el padre Mariano bendijo desde el patio de la capilla a las personas que conforman nuestra comunidad para que en esta pandemia no perdamos la esperanza y para que nos ayudemos unos a otros viviendo nuestro insieme y nuestro serviam que tanto nos caracteriza como Comunidad Ursulina.