En esta Semana Santa, nuestras alumnas, profesores y administrativos, acompañaron a Jesús en su caminar. En Comunidad, unieron sus pequeñas cruces, con la cruz de Cristo.
Comenzando con un retiro de reflexión y oración, profesores y administrativos pudieron hacer un alto en sus quehaceres para revivir 3 grandes momentos de la vida de Jesucristo, al igual que nuestras alumnas de I° a IV° medio. En un lindo momento de introspección, cada una se puso en el lugar de Jesús. “No he venido a ser servido, sino a servir”, les leyó Francisco Pérez, jefe del departamento de religión, recordando las palabras de San Pablo, en las que Jesús nos invita imitar ese servicio con quienes nos rodean.
En Miércoles Santo, las alumnas de 1° a 6° básico con gran recogimiento, revivieron la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, al recrear las 14 estaciones del Vía Crucis, representando las escenas y estaciones que pasó el Señor en su camino hasta la cruz.
Para culminar Semana Santa, con una misa en los jardines del Colegio, celebramos la Resurrección del Señor con nuestro tradicional Ostermontag o lunes de Pascua.
Luego, muy felices nuestras alumnas de 1° básico a IV° medio, bailaron, jugaron al cachipún alemán y naciones, en la cancha del colegio, además de compartir una rica colación, para dar paso a la gran Überraschung (sorpresa) en la que, mediante adivinanzas, cada curso debía encontrar el tesoro escondido lleno de huevitos, los que se compartieron entre las alumnas, junto con buenos deseos de Pascua.
Nuestra Pre Básica realizó una excursión a la gruta de la Virgen en el Parque Bicentenario, para dar la noticia, que ¡Jesús ha resucitado! Según Rosario Correa, encargada de pastoral del Colegio, “Después de dos años de pandemia todos sentíamos que “algo nos ha pasado” en nuestra relación con Dios. Por ello, nos enfocamos en lograr la atención de los sentidos, para que la contemplación de lo que ocurre en Semana Santa tocara el corazón. La Semana Santa es un tiempo de gracias inmensas y tratamos de que llegaran a los corazones de nuestra querida Comunidad”.
Nuestras alumnas, anónimamente al terminar su retiro, comentaron:
“Me encanto, fue muy lindo, pude reflexionar mucho más sobre Jesús, sentí que realmente me abrió los ojos, y la actividad de la pulsera me encanto muchísimo. Muy buena preparación y reflexión”.
“Pude sentir que el sacrificio de Jesús fue gigante y que todo lo hizo por nosotros. El hecho de ver el sufrimiento de Él, y no que simplemente me lo cuenten, me cambió la historia completamente y lo sentí muchísimo más familiar, más cercano”.